Y en algunos, ni eso.
Y aún habrá quien piense que para sufrir cómo se trata, mejor que
se omitiera por entero.
"Además, la Historia de Andalucía se trata como la aplicación de elementos genéricos, pero no como un proceso propio".
"Empresas como SM o Everest apenas dedican páginas a los hechos andaluces más relevantes". "Se omiten a personajes como Blas Infante..."
No hay porque extrañarse: "la mayoría de las editoriales no son andaluzas y su afán por vender en cualquier parte con el menor coste posible, hacen que las diferencias entre los manuales destinados a distintas autonomías se reduzcan al máximo".
"La mayoría de los docentes no tienen ni la formación, ni los recursos adecuados para impartir en sus clases conceptos de la Cultura Andaluza". "Los docentes tienen que ver la importancia del tema y aprender a impartirlo en clase".
"En la vida real de las aulas,
estos valores andaluces apenas pasan de unos temas de 'Historia regional' en
las últimas páginas de algunos libros de texto y de la celebración ritual de
una semana cultural en torno al 28 de febrero".
"La obligación legal existe,
aunque otra cosa es la preocupación de la Consejería por que se ejecute
realmente", concluye el profesor Hijano.
¿Un fragmento de algún informe recién
publicado?. No. Estas frases se han extraído de un artículo
publicado en EL PAÍS del 14 de octubre de 2003: "La Historia andaluza sólo ocupa el 15% de algunos libros de
texto".
Hace ya trece años.
Para entender, procede situarnos en el
país, en los conceptos y en el tiempo.
No basta con aquello, bien sabido, que
se resume en que "los dueños del presente, para asegurarse el
futuro, han de controlar el pasado".
A este objetivo de introducción
y contexto se dedica el texto del catedrático de Antropología, Isidoro
Moreno, La cultura andaluza en el comienzo del tercer milenio:
balance y perspectivas.
Para tratar la cuestión (libros,
contenidos, resultados...), en su génesis y desarrollo, reproducimos a
continuación enlaces a sendos trabajos académicos del profesor Hijano del Río
La
cultura andaluza en los libros de texto, MANUEL HIJANO DEL RIO
(2000)
La Historia de Andalucía en los libros de texto, Manuel Hijano del Río
(2000)
La Historia de Andalucía en los libros de texto, Manuel Hijano del Río
Manuel Hijano del Rio - Fernando Ruiz
Morales
Y desde otra
perspectiva -sindical y militante- se analiza por el SAT de Enseñanza en el
documento:
Análisis de los contenidos de los manuales de Historia de
España (Segundo deBachillerato) (Julio
de 2014). De Juan Luis Carriazo Rubio; Antonio José Díaz Rodríguez;
Miguel Conejero Rodríguez; Salvador Cruz Artacho; Miguel Gómez Oliver; Ana
Jerez Hernández y María Gracia Sánchez Ruiz.
Análisis del contenido ideológico de los manuales de historia, de Emilio Castillejo Cambra
Análisis del contenido ideológico de los manuales de historia, de Emilio Castillejo Cambra
Y sobre su uso en el aula, otro
trabajo:
El uso del libro de texto en el aula de historia de segundo debachillerato
Sebastián Molina Puche M.; Begoña Alfageme González, Pedro Miralles Martínez.
Recordemos que en la entrada
La enseñanza de la historia - Reflexiones sobre el papel del examen y el lugar del libro de texto en la enseñanza de la Historia (ESO) podemos encontrar más materiales al respecto (libros y artículos).
El uso del libro de texto en el aula de historia de segundo debachillerato
Sebastián Molina Puche M.; Begoña Alfageme González, Pedro Miralles Martínez.
Recordemos que en la entrada
La enseñanza de la historia - Reflexiones sobre el papel del examen y el lugar del libro de texto en la enseñanza de la Historia (ESO) podemos encontrar más materiales al respecto (libros y artículos).
Puede leerse
a titulo de ejemplo el libro de Historia del Mundo Contemporáneo de 1º
de Bachillerato de la Editorial Santillana, editado en 2008.
Aparte de los
habituales errores repartidos a lo largo del texto -que incluso llegan a
distorsionar aspectos sustanciales de algún tema- no se encontrará a lo largo
de sus más de 400 páginas referencia directa alguna a Andalucía o a los
andaluces. Se entiende que o no hay relación entre Andalucía y la historia
mundial o no toca.
La única alusión a
algo cercano al alumnado al que presuntamente se destina el volumen puede
encontrarse en el Documento 6 de la pagina 110.
Allí se reproduce una
caricatura de Honoré Daumier dedicado a criticar el plebiscito organizado
por Napoleón III en 1870 en Francia para darle un matiz más
liberal a su Régimen autoritario.
¿Y cómo se establece
esta inesperada relación entre Andalucía y la Francia bonapartista?. Veámoslo.
El artista dibuja un
viejo alcalde, con su sombrero de copa y su levita, al que respetuosamente le
preguntan dos campesinos qué es un plebiscito. El notable provinciano
aprovechará la ignorancia de los paisanos, para manipularles, contestándoles
con desvergüenza socarrona que es una palabra latina que quiere decir
"sí".
El autor con ello
resalta cuales eran los apoyos sociales y territoriales esenciales del Régimen
bonapartista y los medios con que los obtenía y sostenía. Para remarcarlos y de paso
burlarse de la reforma cosmética del Régimen, el dibujante recurre a
endilgarles a los manipulados el uso del patois.
Nuestro libro de
texto citado plantea dos tareas a propósito del documento. La primera es que el
alumnado analice la imagen y el sentido de la respuesta del alcalde,
identificando las clases sociales representadas en la escena. Y luego, segunda,
plantea como reflexión la interesante pregunta "¿basta sólo con
establecer el sufragio universal para que se consolide la
democracia?"
Hasta aquí [casi] nada que
objetar.
[Una vez, por supuesto, que quien ejerza de profesor haya explicado previamente al grupo de 1º de bachillerato qué es un "plebiscito" e incluso qué es un "referéndum"]
[Una vez, por supuesto, que quien ejerza de profesor haya explicado previamente al grupo de 1º de bachillerato qué es un "plebiscito" e incluso qué es un "referéndum"]
Nuestro asunto se tuerce
porque el equipo editorial sabe que si deja en francés el dialogo entre alcalde
y campesinos que acompaña al dibujo, pocos-poquísimos serán los alumnos/as que
perciban lo que se le plantea.
Así pues hay que traducirlo
al castellano. ¿Y cómo evidenciar entonces la distancia cultural y de
poder entre uno y otros?. ¿Cómo situar nítidamente a uno arriba y a los otros, abajo?. Seguramente la solución no tuvieron ni que pensarla.
Les salió automática:
Dicen los campesinos:
"Señó arcalde, ¿qué é un bibiscito?".
A lo que responde el
Sr. Alcalde, en perfecto castellano: "Es una palabra latina que quiere
decir sí"
Es dudoso que en
andaluz se utilice lo de "bibiscito", pero seguro que si
escuchan "Señó arcalde, ¿qué é...?", lo que sea, los
que así hablan, son de cualquiera de las comarcas andaluzas. La
identificación con Andalucía y los andaluces es instantánea y la connotación
negativa que la acompaña, evidente. El recurso editorial demuestra que la forma más
rápida y eficaz de expresar ignorancia o sometimiento sigue siendo representarlas como
algo propio del andaluz; hablando como hablan los andaluces.
El libro de texto se
editó en 2008 y como todos, al usarse, se supone que cuenta con el preceptivo visto
bueno -por acción u omisión- de las autoridades pertinentes. Hoy -ocho años
después- sigue siendo usado en centenares de centros de enseñanza secundaria de
Andalucía.
¿Increible?. Abajo
tienen una reproducción de la caricatura original francesa y de su traducción
española al castellano.
ENLACES
RELACIONADOS
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Colonialismo español en Cuba y Puerto Rico (I)
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El Imperialismo (III) Marruecos
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