La Revolución francesa produjo, primero, la Declaración de Derechos del Hombre y el Ciudadano de 1789 y luego la Declaración de Derechos del Hombre y el Ciudadano de 1793.
Ambas son textos muy importantes y además reflejan con claridad las distintas fases de la Revolución. Leerlas, comentarlas y compararlas es un ejercicio interesante y necesario para entender la Revolución francesa y su implicaciones posteriores.